Guerrero ya lo hizo en la última doble jornada eliminatoria, gesto que le valió el reconocimiento de la prensa argentina, que lo comparó con Messi, quien apenas dos días antes del duelo con los nuestros se sumó a su país.
El presente de la selección es el más importante en las últimas tres décadas y media. Por esa razón sería positivo que Gareca trabaje con sus pupilos el mayor tiempo posible, pues solo el viaje a Nueva Zelanda dura casi un día.
El repechaje dura 180 minutos y para lograr la clasificación es vital conseguir un buen resultado en el partido de ida para asegurar el boleto a Rusia en casa. El esfuerzo de toda una eliminatoria se merece el Mundial.