El problema que Guerrero acusa en el muslo izquierdo no es grave, sin embargo necesita reposo para llegar bien ante los neozelandeses. Por eso es positivo que venga con más días de anticipación para que complete su recuperación en la capital.
Desde que asumió Gareca la conducción de la Blanquirroja, Guerrero solo no jugó un partido de las eliminatorias y no se perdió ninguno de los diez en las dos últimas Copas América. Y ahora más que nunca, a puertas de definirse el regreso de Perú a los mundiales, se le necesita en el once piloteando la ofensiva que buscará la gloria ante los oceánicos.