Pedro Gallese, Renato Tapia, Edison Flores y Andy Polo fueron piezas claves, cada uno en su momento, a lo largo de este proceso que tuvo buen final con la clasificación a Rusia. Y a este grupo se suman Beto Da Silva y Cristian Benavente, jóvenes con hambre de triunfo, quienes incluso pelean por un puesto en el Mundial.
La última gran generación de jugadores peruanos fue la que nos llevó a España ‘82 y estuvo cerca de matricularnos en México ‘86. Hoy hay un nuevo grupo formado por Ricardo Gareca, que debe consolidarse porque será la base de futuros procesos. Y el trabajo con esta generación de oro debe continuar más allá de Rusia 2018.