Primero fue un proyecto de ley de la congresista Paloma Noceda, el cual -y gracias a la aldvertencia de Líbero- fue retirado por el fujimorismo debido a que ponía a la FPF al borde de la desafiliación debido al carácter intervencionista de la norma.
Y cuando parecía que todo estaba arreglado, nace la posición intransigente de los Agremiados, quienes se niegan a aceptar las condiciones que pone la FIFA para la conformación de la Asamblea de Bases de la FPF.
Todas estas circunstacias han molestado a Gareca. El DT siente que la ambición y la mezquindad de quienes solo piensan en sus intereses y no en el país, ponen en riesgo nuestro bien ganado boleto a Rusia.