Después de mucho tiempo el país se unió para lograr un objetivo que hizo feliz a todos por igual. Con una atropellada que muchos creían imposible, la selección avanzó a paso firme hasta ubicarse en zona de repechaje y de ahí dar el salto al Mundial.
La selección hizo posible que en las calles la gente deje de vestir los colores del Real Madrid, Barcelona o del club de sus simpatías en el fútbol peruano. Y con motivo de la Navidad, más de un regalo fue la nueva camiseta presentada apenas unos días atrás.
La gente se ilusiona con un buen Mundial. Y se vienen cinco meses de ardua preparación para soñar con una participación más que decorosa.