La recta final de las Eliminatorias al Mundial de Rusia 2018 ha elevado el entusiasmo del seleccionador nacional Ricardo Gareca, un hombre que nunca se rinde y mucho menos pierde la fe cuando se trata de defender una camiseta. No lo hizo como jugador y tampoco lo hará como entrenador.
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El regreso al fútbol de Jefferson Farfán es importante para la selección. La “Foquita” es uno de los mejores en su puesto en Sudamérica y si en el Lokomotiv de Moscú logra entender que la pelotita aún lo necesita un largo tiempo, abrirá un sendero directo hacia el “equipo de todos”.
Lo de Paolo Guerrero, Miguel Araujo y Christian Cueva en Brasil también anima a Gareca. Pero su felicidad va más allá porque está siguiendo de cerca a Juan Vargas y Carlos Zambrano, dos jugadores otrora intocables en la selección que deberán ganarse su convocatoria a punta de trabajo.
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Las Eliminatorias son fuertes y si todos nos unimos, llegaremos lejos.