La delincuencia ha secuestrado nuestro país. Este fin de semana, el empresario Mario Salas murió de un infarto dentro de un cajero luego de que lo estafaran con 700 mil soles. La víctima había solicitado un préstamo para comprar una serie de maquinarias, pero no imaginó que se llevarían todo el dinero.
Días atrás, cerró los tratos correspondientes con su presunto proveedor. Sin embargo, cuando fue a revisar su dinero en su cuenta bancaria, se dio cuenta que le habían engañado. Su corazón comenzó a palpitar más rápido hasta que se detuvo de golpe y provocó un infarto.
El cuerpo del empresario quedó tendido cerca del cajero automático. Frente a esta trágica noticia, la familia pidió a las autoridades capturar a los responsables de este crimen. “No podía creerlo cuando me llamaron y me avisaron que mi esposo estaba tirado en un cajero. Era tanta su presión que yo no quise (creerlo). Dije: ‘No puede ser’”, detalló su esposa.
En diálogo con Latina, los parientes de Salas indicaron que un amigo muy cercano fue quien le indicó la página web en la que debía entrar para que pueda repotenciar su empresa con maquinaria de una conocida compañía, y pese a que realizo depósitos en una acreditada entidad bancaria por montos de más de 26 mil dólares, nadie le advirtió que se trataba de una estafa.
“Estaban ofertándolas porque tenían varios años de uso, es por eso que él decide contactar esa página y poder hacer la negociación. Él pagó todo esto por el banco. Estos depósitos no los hizo en un solo día. Mi padre se confió mucho por estos vouchers”, dijo una de sus hijas.
Sus familiares indicaron que la situación empeoró cuando las maquinarias no llegaban y cuando en el banco le indicaron que las cuentas no estaban a nombre de una empresa, sino de una persona natural. Todo indicaría que se adueñaron de sus datos cuando pago de manera digital y sacaron lo que tenía.