Un conductor de autobús escolar en el estado de Pensilvania, Estados Unidos, fue suspendido por poner un cartel que prohibía hablar español en su unidad.
Únete a nuestro canal de WhatsAppEn Pensilvania, un suceso provocó una intensa controversia sobre la diversidad cultural y lingüística en las escuelas de Estados Unidos. El hecho que ocurrió fue la suspensión de un conductor de autobús escolar, quien colgó un cartel prohibiendo hablar español, lo cual generó un gran descontento en la comunidad.
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Este incidente desató un debate sobre la inclusión y el respeto por las lenguas minoritarias en un país cada vez más diverso. Padres y defensores de los derechos civiles mostraron su desaprobación, defendiendo el derecho de los estudiantes a expresarse en su lengua materna.
El incidente tuvo lugar en el condado de Juniata, donde un letrero manuscrito en el autobús decía: "Por respeto a los estudiantes que solo hablan inglés, ¡NO se permitirá hablar español en este autobús!". La publicación del video del letrero generó una avalancha de críticas en las redes sociales, lo que impulsó a las autoridades a tomar medidas rápidas.
Bajo la presión pública, tanto el Distrito Escolar de Juniata como la empresa de transporte Rohrer Bus confirmaron la suspensión del conductor e informaron que iniciarían una investigación interna para aclarar los hechos.
Este suceso ocurre en un contexto de creciente preocupación por la discriminación lingüística, especialmente contra la comunidad hispana. Diversas organizaciones de derechos civiles han denunciado casos similares y exigen políticas que aseguren el respeto a la diversidad cultural en las escuelas.
La prohibición de hablar español no solo perjudica a los estudiantes hispanohablantes, sino que también infringe leyes federales que protegen su derecho a comunicarse en su idioma natal.
David Schrantz, vicepresidente de Rohrer Bus, expresó que la compañía no había autorizado ni aprobado el mensaje del cartel. La superintendente del distrito escolar, Christie L. Holderman, consideró el letrero como "inapropiado" y aclaró que las acciones del contratista no representaban los valores del distrito, buscando así tranquilizar a las familias y reafirmar el compromiso con la diversidad.
El Departamento de Educación de Estados Unidos ha subrayado que el uso de un idioma distinto al inglés no puede ser motivo de discriminación en las instituciones educativas.
Ante la controversia, varias organizaciones de padres convocaron reuniones para debatir cómo reforzar las políticas de inclusión en las escuelas del distrito. Se han propuesto crear comités de diversidad que colaboren con las autoridades escolares para promover un ambiente educativo inclusivo.
La Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC) condenó la acción en un comunicado, destacando la importancia de proteger el derecho de los estudiantes a expresarse en su lengua materna. El Distrito Escolar de Juniata ha confirmado su colaboración con Rohrer Bus en la investigación del incidente y ha comenzado a ofrecer sesiones informativas sobre derechos civiles y diversidad cultural tanto para padres como para estudiantes.