Donald Trump perdona a capo de la droga a pesar de su intensa lucha contra el narcotráfico, lo que genera disonancia en Estados Unidos.
El presidente Donald Trump ha provocado una gran controversia al indultar a Larry Hoover, histórico líder de la violenta organización criminal Gangster Disciples, a pesar de su conocido discurso de “mano dura” contra el narcotráfico en Estados Unidos. La decisión choca con sus propias declaraciones recientes, en las que ha llegado a exigir la pena de muerte para los traficantes de drogas.
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En base en lo mencionado por el medio de comunicación NPR, Hoover, de 74 años, estaba cumpliendo múltiples cadenas perpetuas por una serie de delitos federales y estatales, entre ellos asesinato, tráfico de drogas, posesión de armas y liderazgo de una red criminal.
Según el Departamento de Justicia, el narcotraficante operaba en al menos 35 estados de EE.UU. y generaba más de $100 millones anuales en ventas de droga solo en Chicago. La violencia extrema era una característica clave del grupo.
El indulto ha desatado críticas por la contradicción entre el discurso y la acción. Mientras Trump exige castigos más severos para narcotraficantes, ha indultado a varios condenados por delitos graves relacionados con drogas. Expertos como Jeffrey Singer, del Cato Institute, señalan que las decisiones de clemencia de Trump parecen más “transaccionales” que coherentes con una política.
A pesar del escándalo, celebridades como Kanye West (Ye) han salido a celebrar públicamente la liberación de Hoover. Además, el perdón ha sido defendido por personas cercanas a Trump como Alice Marie Johnson, quien también fue indultada por él y ahora participa activamente en su política de clemencias.
No es la primera vez que Trump genera este tipo de controversia: en su primer mandato ya había indultado a al menos 13 personas por delitos de drogas, incluyendo casos como el del creador de Silk Road, Ross Ulbricht, cuya liberación prometió en plena campaña a cambio del apoyo del Partido Libertario.