Ventas de negocios latinos caen debido a duras políticas migratorias como las redadas del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE).
Un creciente número de negocios enfrenta graves dificultades debido a las redadas migratorias llevadas a cabo por agentes oficiales del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE). Las ventas de diversos comercios han caído más de un 50 % como resultado directo de la incertidumbre y el miedo generados entre la comunidad migrante. Por lo que esta situación está afectando tanto a los empleadores como a los trabajadores, poniendo en riesgo la estabilidad económica de la región.
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De acuerdo con el medio de DW en Español, empresarios de origen latino que están asentados en la ciudad de Los Ángeles en el estado de California, se encuentran impactados por los operativos migratorios del ICE. Tal es el caso de una empresaria de origen peruano con muchas tiendas naturales en Estados Unidos y que lamentablemente, sus ventas han caído en un 75 % desde que comenzaron las redadas. "Nosotros pagamos rentas, trabajadores, tenemos productos (...) que están esperando por el cliente y también se pueden arruinar. Entonces todo eso afecta mucho y sobre todo, psicológicamente", declaró a DW Español.
Otros mercados afectados son el de frutas y verduras, como es la situación de Juan Ibarra quien tiene un puesto de estos productos, el cual abastece a muchos en la ciudad; sin embargo, muchos de los trabajadores de este sector son inmigrantes y tienen miedo de ser detenidos en uno de estos operativos. "Muchos de los mercados más grandes están cerrados, el almacén de piñatas también, si acaso abren por un rato y eso es todo. Prácticamente, parece una ciudad fantasma ahora mismo", añadió.
Por otro lado, las empresas abastecedoras de alimentos a diversos estados del país también se han visto afectadas por las redadas migratorias a gran escala que ocurren en California. Muchos de estos trabajadores agrícolas no acuden a trabajar por el temor a ser arrestados, de acuerdo con reportes ejecutivos en donde se afirma que entre el 25% y 45% de los trabajadores han dejado de presentarse en los campos.
Los inmigrantes juegan un papel clave como mano de obra en Estados Unidos, especialmente en sectores como la agricultura, la construcción y otros servicios. A menudo ocupan trabajos que los estadounidenses no quieren, pero su contribución es esencial para la economía. Sin su trabajo, muchas industrias enfrentarían grave escasez de personal.