Las bellas playas de Río de Janeiro, el clima cálido, el calor de, la hinchada, la buena comida y la compañía de una hermosa mujer parecen ser los elementos que han sumado en favor de esa tranquilidad que necesita Paolo Guerrero en la ciudad donde le toca jugar.
Del jugador descontrolado del Hamburgo, capaz de cometer la falta más artera o de liarse a botellazos con un hincha, hoy no queda nada. En el puerto alemán se sentía presionado y poco querido.
Cuestionado por hacer y no hacer goles. Eso lo obligó a partir y buscar nuevos horizontes. La situación mejoró, y mucho, en Corinthians donde se volvió ídolo tras comandar la conquista del Mundial de Clubes 2012. Sao Paolo fue esa casa previa a un futuro mucho mejor.
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR: Atención Flamengo: Paolo Guerrero es pretendido en Alemania, Argentina y China Sin embargo, y con el pasar de los años, la capital paulista volvió a convertirse en ese espacio incómodo que termina por aburrir a un Guerrero que siempre necesita ser mimado. Las críticas al “Timao”, los cuestionamientos a él por una racha adversa y su público deseo de partir hicieron la convivencia imposible.
Ni los dos goles decisivos en el Mundial de Clubes ayudaron a prolongar más la luna de miel y el peruano tuvo que partir a mediados del 2015, con 31 años y muchas dudas sobre si estaba ya en el ocaso de su carrera.
Y es en Flamengo donde el “Depredador”, contrariamente a los malos presagios, alcanzó su clímax futbolístico. Desde el comienzo sintió el aprecio de los rojinegros con ese cántico de “el caos acabó, el Guerrero llegó”, un grito de guerra que lo motiva a inflar redes fecha a fecha.
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En esta temporada lleva 17 tantos, y está a solo un gol de igualar sus mejores registros de 2013 con Corinthians y 2016 con Flamengo. Si la progresión de anotar se mantiene firme, Paolo superará largamente estas cifras y coronará un año mágico en el “Mengao”, quizá el mejor de cu carrera futbolística.
Además, el “9” de la bicolor persigue el récord al máximo anotador extranjero del “Fla”, otro aliciente para seguir gritando goles y aumentando las cifras que acompañan el siguiente especial.
EL DATO
Paolo Guerrero fue formado en las divisiones menores del club Alianza Lima y debutó profesionalmente con el Bayern Múnich en 2004.