la velocidad de André Carrillo por los extremos será el arma letal de la selección en el Atahualpa de Quito. La “Culebra” estará encomendado a habilitar a Paolo Guerrero y romper la cinturas de los corpulentos laterales ecuatorianos.
Su soberbia actuación en el triunfo contra Bolivia convenció a Ricardo Gareca, quien lo mantendrá en el once. El volante del Watford inglés está con la moral al tope y ayer se matriculó con dos goles en los trabajos de definición. •