Los consejos de propios y extraños que Erick Delgado suele recibir no son suficientes. Y es que después de su tan negada “pataleta” la directiva no encontró mejor opción que encargarle al presidente de Sporting Cristal, Francois Mujica, la misión de calmar al golero rimense.
Mujica, que ingresó al club después del mediodía a bordo de una camioneta crema, se reunió con Delgado en las oficinas de La Florida. Sin advertencias ni discusiones, conversaron por espacio de una hora y le dejó en claro que la directiva apoya cualquier decisión que tome el técnico Víctor Rivera.