Enardecidos por la goleada que recibieron por parte de la San Martín y que los dejó sin opción al título, los hinchas de Alianza Lima descargaron su furia contra sus mismos jugadores a los que le arrojaron todo tipo de proyectiles y de insultos cuando éstos se dirigían a los vestuarios al culminar el partido.
La policía tuvo que intervenir y protegió a los jugadores de Alianza Lima con sus escudos, mientras que otros efectivos que se encontraban en la tribuna popular de los íntimos repelieron a los revoltosos.
Ya sin la presencia de los hinchas, los dirigidos por Gustavo Costas salieron del vestuario sin prestar declaraciones para subir al bus que los trasladaría hasta Matute.