La ilusión se le hizo añicos cuando se enteró que el escudo nacional tenía que esperar para colocárselo en el pecho, pues una bendita lesión (muslo derecho) le quitó la oportunidad de participar en la Copa Kirín.
Sin embargo, hoy la vida al habilidoso volante Roberto Merino le sonríe, ya que tiene todo listo para integrarse a los trabajos del combinado nacional y luchar por un ansiado puesto en la Copa América de Argentina.