No cabe duda, Sergio Ibarra es un viejo admirable. Una tarde inolvidable vivió ayer el “Goleador Prehistórico” al darle el triunfo al Sport Huancayo sobre Unión Comercio (1-0), tras recibir la noticia que será abuelo, por primera vez, a sus 40 años.
El “Checho” salió del partido en un mar de lágrimas por la buena noticia que le dio su hija Vanina, de apenas 19 añitos, y claro, por el golazo de cabeza que le anotó a “Chiquito” Flores en el minuto 54.
El resto del partido solo sirvió para la anécdota, el “9” colocó a Huancayo en el segundo lugar del torneo, con nueve puntos, solo una unidad debajo de Alianza Lima.
“Llegar a esta edad y hacer goles es muy emocionante. Seré abuelo, me dieron la noticia antes del partido. Todo esto me llena felicidad, papá”, expresó el “Checho” al final del emotivo compromiso.
Y vaya que fue un día superespecial para Sergio, pues ayer jugó su partido número 600 en la profesional. Ibarra es todo un ejemplo de futbolista, de padre, de esposo y ahora de abuelo.
Fácil cuando se retire a fin de año, puede abrir una “academia de delanteros” y también podría dar charlas de motivación.