Con la elegancia que lo caracteriza, el argentino Diego Simeone, técnico del Atlético Madrid, tuvo ayer ante Cristal su partido aparte en la banca de suplentes.
Y es que el popular “Cholo” vivió el partido como si se tratara de uno oficial. No quería errores, no aceptaba que su equipo fallara goles y hasta se volvió loco con la terna arbitral.
El “pito” Omar Ponce de Ecuador no cobró una mano fuera del área de Penny y esto provocó que Simeone reaccione reclamándole airadamente al juez principal. El cuarto árbitro, el peruano Diego Haro, trató de calmarlo, y el estratega argentino lo empujó. Así fue que expulsaron al “colchonero”.