No me hagas reír
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Dicen que la risa es el reflejo del alma. Y uno mira a Markarián y lo entiende menos que al “Loco” Poggi. Porque en calendarios donde la vida nos dice que estamos en el tormento, él solo sonríe.
¿Bipolar? Que lo diga el doctor Tomás Angulo. Lo cierto es que ayer el DT llegó a la conferencia de prensa muy suelto de huesos e imploró un sonoro “Que Dios me ayude”.
“Me reuní con el cuerpo técnico y les pedí terminar este proceso profesionalmente. Porque todo el esfuerzo que hicimos no le pudo ganar a nuestras debilidades”, dijo.
Sin embargo, mostró su mueca menos favorable cuando se le interrogó sobre su continuidad. Ya no como guía, pero sí en un puesto dirigencial en Videna.
“Otra vez el mismo tema. El presidente me pidió no ahondar en detalles. Por favor no me pregunten más. Terminen con la mandolina”, mientras el jefe de prensa lo agarraba del brazo para sacudirlo de tantas interrogantes. Quizá hoy se olvide de todo.
