Gabriel Costa se disfrazó por unos segundos del brasileño Neymar y nos regaló una pinturita, de esas que llevan al aplauso y ponerse de pie. De grandes ligas.
Se jugaban los 65’ cuando un contragolpe blanquizul, parecido al de Barcelona de España, fue iniciado por Luis Trujillo desde el mediocampo. Un pase largo para el uruguayo, que acomoda el balón con la cabeza para avanzar y pisar el área.
Se frena y rompe la cintura al defensa Espinoza, dejándolo en el piso. Remata ante el bloqueo de Rivera y en segunda instancia añade y pone el 2-0. ¡Golazo!.