El peleador irlandés Conor McGregor ivió una de sus peores noches luego de haber sido vencido por nocaut técnico por parte del estadounidense Dustin Poirier, quien se cobró la revancha en el UFC 257.
Dicha que pelea, que prometía por la antesala, tuvo un final amargo para 'The Notorius' quien manejaba a placer. Tenía una importante ventaja, sin embargo, en el segundo asalto un descuido terminó por pagarlo caro.
McGregor bajó la guardia y de un pronunciado golpe, Poirier hizo que perdiera el equilibro y ello fue aprovechado por el norteamericano. Tendido en el suelo, siendo avasallado, el irlandés cedió su cuarta derrota en lo que va de su carrera.
"Es difícil superar la inactividad durante largos períodos de tiempo. Las patadas de pierna fueron buenas. Esa pierna estaba muerta. Dustin es un luchador. Tengo que desempolvarlo y volver. Eso es todo y eso es lo que haré. Necesito actividad", mencionó McGregor en declaraciones a la prensa.
"Estoy destrozado, es algo difícil de digerir. Solo quiero volver al hotel y relajarme con mis hijos y reagruparme", agregó. Al término del encuentro, abandonando el Etihad Arena, McGregor utilizó una pronunciada muleta.
El luchador tuvo que apoyarse en el mencionado báculo de metal para dejar el recinto del UFC 257 tras caer por KO por primera vez su carrera. Sin duda alguna, una noche que difícilmente olvide.
