Para calificar a la jubilación, los residentes permanentes necesitan acumular 40 créditos, equivalentes a unos 10 años de trabajo en el país.
Los inmigrantes que obtienen la Green Card, conocida formalmente como tarjeta de residente permanente, tienen ciertos derechos en Estados Unidos, entre ellos, el acceso a beneficios del Seguro Social, siempre que cumplan con ciertos requisitos. Para calificar a estos beneficios, los residentes permanentes deben haber trabajado legalmente en el país durante un periodo mínimo de tiempo y haber contribuido al sistema del Seguro Social a través del pago de impuestos. Estos requisitos pueden variar dependiendo de la naturaleza de los beneficios solicitados.
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Una vez que un inmigrante con Green Card comienza a trabajar en EE. UU., se le asigna un número de Seguro Social (SSN). Este número es esencial para registrar sus contribuciones al sistema de impuestos y, por ende, acceder a beneficios en el futuro. Estos beneficios incluyen jubilación, invalidez y, en algunos casos, pagos a familiares dependientes.
El sistema de Seguro Social está diseñado para ofrecer apoyo financiero en situaciones como la jubilación, lo que significa que los inmigrantes con Green Card pueden tener derecho a recibir una pensión en el futuro si cumplen con los requisitos de aportes.
Sin embargo, el acceso a los beneficios no es automático. Para ser elegible para el Seguro Social, los residentes permanentes deben haber trabajado en EE. UU. por un número determinado de años, acumulando los créditos necesarios. Generalmente, se requieren 40 créditos, equivalentes a unos 10 años de trabajo, para calificar para la pensión por jubilación del Seguro Social.
Estos créditos se ganan a través de los salarios registrados y las contribuciones al sistema. Sin embargo, los residentes que aún no tienen suficientes créditos pueden ser elegibles para otros tipos de asistencia, como los beneficios por incapacidad.
Aparte de los beneficios por jubilación, los inmigrantes con Green Card también pueden acceder a otros programas, como Medicare, el sistema de salud federal para mayores de 65 años. Para calificar para Medicare, además de tener los 40 créditos requeridos, los inmigrantes deben haber residido legalmente en EE. UU. durante al menos cinco años. Esto significa que aquellos inmigrantes que han vivido en el país por poco tiempo pueden no ser elegibles para este programa, aunque existen otras opciones para aquellos que necesitan atención médica, como Medi-Cal en California.
Es importante destacar que los inmigrantes con Green Card también pueden beneficiarse de seguros de salud privados, en función de su empleo o mediante el mercado de seguros de salud de EE. UU. Para aquellos que han trabajado en el país por el tiempo suficiente, también pueden acceder a subsidios para la compra de seguros médicos. Sin embargo, para las personas recién llegadas, los programas de salud pública y asistencia pueden estar limitados según el estado y las regulaciones federales.
Pese a que la Green Card otorga ciertos derechos, no garantiza la cobertura de todos los beneficios del Seguro Social, especialmente en el caso de servicios médicos gratuitos. Es fundamental que los inmigrantes sean conscientes de sus derechos y de los requisitos necesarios para acceder a estos beneficios. Además, aquellos que planean vivir en EE. UU. de manera permanente deben asegurarse de seguir cumpliendo con las normativas fiscales y de seguro social para poder mantener su elegibilidad a largo plazo.