Muchas familias inmigrantes llegaron a Estados Unidos buscando una mejor educación. Ante las nuevas políticas de Trump, algunas deciden volver a sus países de origen.
Vinieron buscando escuelas mejores para sus hijos. Hoy, el miedo a redadas, deportaciones y nuevas restricciones migratorias los hace empacar de nuevo. Algunas familias inmigrantes, que alguna vez vieron en Estados Unidos un refugio, ahora se enfrentan a la dolorosa decisión de volver a casa.
Aunque muchas familias inmigrantes viven con el miedo constante de cruzarse con las autoridades migratorias, no dejan de enviar a sus hijos a la escuela, buscando que tengan acceso a una educación mejor y a un futuro más prometedor.
José Alberto Gonzáles y su familia han vivido en Estados Unidos por muchos años. En los últimos dos meses, prácticamente han pasado todo su tiempo en un departamento en Denver, aislados del exterior y manteniendo contacto únicamente con sus vecinos, quienes también son originarios de Venezuela.
Se comunican principalmente por mensajes de WhatsApp para mantenerse informados sobre las actividades de los agentes de inmigración. Siempre están atentos a los movimientos de las autoridades antes de salir a realizar tareas básicas, como comprar comida o insumos para el hogar. Junto a su esposa, cuidan a sus dos hijos, de 6 y 3 años.
Su esposa se encarga de llevar a los niños a la escuela alrededor de las 7 de la mañana. Aunque llevan dos años viviendo en Estados Unidos con la intención de quedarse, las políticas migratorias de Donald Trump los llevaron a abandonar Denver y trasladarse a El Paso, desde donde planean cruzar la frontera para regresar a Venezuela.
El presidente de Estados Unidos eliminó las protecciones migratorias para miles de inmigrantes venezolanos, lo que facilita al gobierno su deportación. Esta medida, aprobada por la Corte Suprema, forma parte de una serie de políticas implementadas por Donald Trump para fortalecer el proceso de deportación.