El arquero de la selección de España, Kepa Arrizabalaga, se ha convertido en el guardameta más caro de la historia del fútbol: Chelsea desembolsó al Athletic de Bilbao la astronómica cifra de 80 millones de euros por su fichaje. Esto, además, facilitó la llegada de Mateo Kovacic al plantel de Maurizio Sarri así como la venta del portero de Bélgica, Thibaut Courtois, al Real Madrid por 38 millones de euros.
Sin embargo, la niñez Kepa - al igual que la mayoría de futbolistas profesionales - no fue fácil: se ganaba la vida junto a su padre a limpiar jaulas y recoger jilgueros en el bosque.
Además del talento para atrapar balones, también lo tiene para capturar a pájaros: fue nombrado Campeón de los Pájaros Cantores de Vizcaya en el 2008 y 2010.
"Siempre que puedo entreno a los pájaros (les enseña a cantar) entre el entrenamiento y los estudios", reveló Kepa luego de obtener el último trofeo en una competición donde los pájaros cantan para un panel de jueces que deciden qué sonido es el más hermoso.
Desde la edad de 5 años, Kepa participó activamente en la enseñanza de canto hacia los mamíferos. Según El Mundo, español se forjó una buena reputación en el área local por su habilidad.
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Tras profesionalizarse y cuadrarse bajo los tres palos del Athletic de Bilbao, Kepa dejó de competir pero aún posee tres jilgueros llamados: Oker, Rocky Raikkonen: fue el primero quién le entregó sus dos títulos. Su padre todavía compite con los tres amigos del portero.
La partida de Kepa hacia Inglaterra presagia una distancia entre él y sus jilgueros. Sin embargo, el guardameta - con su habilidad - podría hacer que esta vez - quienes canten - sean los fanáticos del Chelsea.
EL DATO
A raíz de su afición, Kepa Arrizabalaga confesó en una entrevista que recibió el apodo de 'Jilguero'.