Escondieron las estampitas, le perdieron la fe y hasta lo dieron por desahuciado. Pero solo un auténtico santo es capaz de escapar del infierno y regresar al cielo en un abrir y cerrar de ojos.
San Martín, demostrando algo de ese fútbol atildado que lo llevó hasta la cima del fútbol peruano, derrotó por 2-1 a un Alianza Atlético al que no le bastó su juego pericotero para alcanzar la victoria.
A los 19’, Corzo, de lo mejorcito del partido, le arrebató el balón a Carabalí y se la cedió a Joel Sánchez, que con remate rasante derrotó a Reyes y, de paso, anotó su primer gol con los santos.
Los albos, aún bajo el hechizo, elaboraron una triangulación perfecta que terminó en el tanto de Alemanno a los 45’; sin embargo, volvieron a enfrentarse a sus demonios de porrazo con la expulsión de Cueva a los 54’, y el descuento de Kahn a los 65’, tras formidable jugada individual.
Y así, con el rosario entre las manos, los santos aguantaron hasta el minuto final, porque se sufre pero se goza.