Buenas noticias para inmigrantes indocumentados: Juez rechaza nueva política de Trump sobre ciudadanía por nacimiento

Un juez federal ha rechazado la nueva política impulsada por la administración Trump que intentaba limitar la ciudadanía por nacimiento en Estados Unidos. Esta medida, que afectaba principalmente a los inmigrantes indocumentados, buscaba modificar un derecho consagrado en la Constitución. Es así que con esta decisión, se garantiza que los niños nacidos en territorio estadounidense continúen siendo reconocidos como ciudadanos, independientemente del estatus migratorio de sus padres. Un respiro para miles de familias que temían la pérdida de este derecho fundamental.

El pasado jueves, un juez de un tribunal federal en Seattle bloqueó la orden ejecutiva de Donald Trump que busca eliminar la ciudadanía por derecho de nacimiento. Asimismo, este la calificó de inconstitucional, "No puedo recordar otro caso en el que la cuestión planteada sea tan clara como en este. Esta es una orden flagrantemente inconstitucional", señaló John Coughenour a la cadena de televisión NBC.

En ese sentido, Coughenour coincidió con los estados de Arizona, Illinois, Oregón y Washington, los cuales demandaron a Trump, al considerar que la orden ejecutiva infringía la Decimocuarta Enmienda.

Ser ciudadano estadounidense por nacimiento implica que una persona obtiene la nacionalidad de manera automática al nacer en Estados Unidos, sin importar el estatus migratorio de sus padres. Este derecho está respaldado por la Decimocuarta Enmienda de la Constitución, que garantiza la ciudadanía a quienes nacen en el país. Cabe precisar que esto abarca tanto a los nacidos en los 50 estados como en los territorios de EE. UU.

La ciudadanía estadounidense proporciona derechos como el voto en elecciones nacionales, acceso a servicios públicos y beneficios sociales, y protección legal plena. También permite viajar con un pasaporte de EE. UU. y patrocinar a familiares para obtener residencia permanente. Además, asegura la estabilidad al permitir vivir en el país sin el riesgo de ser deportado.