Roma en máxima seguridad: estas son las medidas extremas para el funeral del Papa Francisco

Roma se prepara para uno de los eventos más importantes de la historia reciente con los funerales del Papa Francisco, que tendrán lugar este sábado en la Plaza de San Pedro. Se estima que más de 200,000 personas asistirán a la ceremonia, provenientes de todo el mundo, incluidos dignatarios de alto rango y miembros de casas reales.

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Dada la magnitud del evento, las autoridades italianas han implementado un despliegue de seguridad sin precedentes en la ciudad para garantizar el orden y la protección de los asistentes. Desde el aire hasta las calles, Roma estará blindada para evitar cualquier eventualidad durante los funerales del Papa.

El despliegue de seguridad sin precedentes

El operativo de seguridad será uno de los más grandes en la historia de Roma, con más de 2,000 agentes de policía locales y apoyo de fuerzas nacionales. Además de la vigilancia terrestre, se han desplegado patrullas fluviales y francotiradores en puntos clave de la ciudad para mantener el orden.

La tecnología también jugará un papel fundamental, con drones de vigilancia y sistemas anti-drones que garantizarán la seguridad en el espacio aéreo sobre la Plaza de San Pedro. Las autoridades también han implementado una zona de exclusión aérea sobre el Vaticano para evitar cualquier amenaza proveniente del cielo. Todo esto refleja el compromiso de las autoridades para que el evento transcurra sin incidentes.

Logística y transporte: la preparación para una asistencia masiva

La llegada masiva de asistentes a los funerales del Papa requerirá una infraestructura logística a gran escala. Para facilitar el transporte, se han añadido 260,000 asientos adicionales en trenes, y los aeropuertos de Roma están preparados para recibir a 20,000 pasajeros más de los previstos.

El aeropuerto militar de Pratica di Mare también estará en alerta para cualquier necesidad relacionada con el transporte aéreo, especialmente para los dignatarios internacionales. A su vez, se ha previsto que el evento sea un preludio al cónclave secreto que elegirá al próximo Papa, programado para comenzar el 6 de mayo. Todo está dispuesto para que el proceso se desarrolle sin contratiempos, asegurando la seguridad y el buen flujo de personas en los próximos días.