Lionel Messi pudo ser jugador del Real Madrid

Fue todo cuestión de tiempo y de paciencia, pero Lionel Messi pudo haber sido jugador del Real Madrid. Una cadena de casualidades lo dejaron en Barcelona hasta hoy, con un multimillonario contrato que lo vincula al Barcelona hasta 2016.

Llegó siendo un enclenque niño de 13 años con problemas de crecimiento y ahora ya tiene en su currículum personal tres Balones de Oro.

La situación en Argentina para la familia Messi  era complicada y no se veía una progresión óptima para una numerosa familia (dos padres y cuatro hijos).  Es así que los Messi se habían planteado un cambio de aires. Se valoró emigrar a Australia, aunque una invitación efectuada por el Barcelona para realizar una prueba hizo que se replantearan la situación.

El aviso lo lanzó Fabián Soldini, un ojeador argentino y compañero de batallas de Horacio Gaggioli, exfutbolista de Newell's. En 1974 sufrió un accidente de tráfico que le cortó la progresión y le abrió otra vía para dedicarse a su pasión, el fútbol, pese a estar titulado como ingeniero químico.

Él fue una de las piezas básicas de Messi en sus inicios en Barcelona, aunque la relación actual es nula. Jorge y Celia, padres del futbolista, habían decidido que fuera Horacio quien guiase los primeros pasos de La Pulga. Instaron a Josep Maria Minguella (entonces asesor de fichajes de Joan Gaspart) a que el jugador realizase una prueba en el fútbol base del Barcelona.

Primera casualidad. Aterrizados e instalados en el Hotel Plaza de Barcelona, comenzó una sucesión de casualidades que derivaron en meses de sufrimiento, incertidumbre en las decisiones y la felicidad cuando todo pudo cerrarse de manera definitiva el 14 de diciembre de 2000, el día que se rubricó el acuerdo en una servilleta.

Gaggioli estaba entonces negociando un cambio de trabajo que le llevaría a establecerse en Madrid. Estaba casi hecho. Por lo tanto, Messi habría viajado para recalar en la capital, ya que desde los despachos del Camp Nou tampoco llegaban noticias positivas pese a que las pruebas que había realizado eran más que satisfactorias.

Carles Rexach nunca dudó en dar el visto bueno, pero nadie en la planta noble daba un paso al frente. Todo eran reuniones y llamadas telefónicas, algo que acabó por desesperar a los Messi que aguardaban con paciencia en Rosario la llamada definitiva. Una de las condiciones era costear un tratamiento hormonal que hiciese crecer al niño de trece años con estructura ósea y muscular de once. Costaba 1.000 dólares al mes y debía realizarse durante dos años. Messi siguió el consejo de un médico instruido en el hospital de Sant Pau de Barcelona y comenzó a inyectarse dos veces al día una medicación, que dio pronto muy buen resultado.

Burocracia. Luego vendrían los problemas del papeleo. El futbolista había de firmar antes de cumplir los 14 años para poder jugar sin problemas en las inferiores azulgrana. Así lo estipulan los reglamentos de la RFEF. Lo inscribieron en la Federación Catalana, aunque Eduardo López (presidente de Newell's) no enviaba el transfer. Gaggioli solicitó ayuda a la FIFA, donde el abogado portugués Gonzalo Almeida desbloqueó el caso desde los despachos de Zúrich, Messi comenzó de azulgrana sabiendo que si Gaggioli hubiese aceptado esa oferta laboral hoy podría estar en el Real Madrid.