¡Seguimos con vida!

Denis prince Delgadillo

tropezar más de una vez con la misma piedra es una cualidad inexorablemente humana. La blanquirroja la refrendó ayer y en un partido de menos a más, con sensaciones de dejavú, igualó con Venezuela.

El primer tiempo se regaló desde el minuto 0. Con una cancha en tan mal estado por la lluvia, el planteamiento de Gareca debía ser uno diferente al de jugar al ras del suelo y con mucha posesión del balón. La pelota pocas veces rodó y el local sí hizo la lógica: jugar de forma simple y con pases fuertes.

El cabezazo de Corzo cuando iba 0-0 fue el único acto de rebeldía ante lo que sucedía en el campo. Perú la perdía con facilidad antes del mediocampo y la retaguardia se mimetizaba con el agua que había en el campo.

El gol de Mikel Villanueva fue como meter el dedo en la llaga. Lo que tanto se dijo sobre la pelota parada se fue al trasto en segundos. Pedro Gallese, minutos después, aumentó la frustración al despejar mal un disparo de Otero que terminó colándose en su arco.

En el complemento, como sucedió en Lima, llegó la reacción. Casi de inmediato, Carrillo colocó el descuento con una genial definición tras una triangulación con Cueva y Flores. El impulso -y el que la cancha secase por algunas zonas- sirvió para volver a generar jugadas de gol. El cabezazo de Guerrero sirvió para el empate y para quedarnos con esa -ya- maldita sensación de “casi”. Tuvimos ocasiones para el tercero, pero volvimos a fallar(nos). ¿Hasta cuándo, señor?•

7

goles

ha marcado Perú de visita en Eliminatorias.