Ciclón sopló fuerte

Las manos temblorosas se movían al compás del sonido de los rosarios y de algunas plegarias que imploraban que el santo no se intimide en esa guerra ante un enemigo que se pintó del color del “diablo” para robar un punto que podría ser de oro al final del torneo.

La Universidad San Martín fue preso de un exorcismo que al final nunca se consumó, pues al frente estaba un Juan Aurich que en todo momento se refugió en la fuerza y experiencia de sus defensores  Luis Gaudalupe y Jesús Álvarez.Los de Santa Anita jugaron a lo que dictaba el cuaderno, con un John Hinostroza que manejaba el  territorio desde su mediocampo y con la inquietante velocidad de Germán Alemanno, que en todo momento se mostró como la carta de gol más importante.

A los 12 minutos Diego Nadaya sacó una jugada de otro partido esquivando con una huacha y un giro mortal a la volante del “Ciclón” para sacar un soberbio remate que marcaba el primer tanto del cotejo.Ante ello, los chiclayanos dibujaron la estratega más radical para aniquilar al local. Tal es así, que la figura de Ricardo Farro, nuevamente, elevó los mayores números del torneo. Pero a los 43’ de la primera etapa una falta en el área generaba el penal. Luis Tejada decretaba un empate final que a ambos planteles dejó con la espuma en la boca.