Liderazgo y unión en sele

El viaje a Europa para jugar ante Ecuador en Holanda no solo servirá al técnico Sergio Markarián para probar nuevas piezas en la estructura titular que tiene en mente para la Copa América y las Eliminatorias. La idea de ver en acción a Pizarro y Guerrero juntos en el ataque entusiasma a todos, pero además, será relevante para ir armando un grupo fuerte dentro y fuera de la cancha. La unión debe ser una consigna que deben seguir los propios dirigentes, los periodistas y los hinchas.

Si queremos llegar al Mundial, debemos imitar los ejemplos ganadores, por ejemplo, el de Ecuador, que logró dos clasificaciones consecutivas.La convivencia, y especialmente en este trayecto, servirá para ir afiatando a un plantel que debe llegar a la competencia compenetrado. En un equipo de fútbol no es fácil generar una convivencia sólida en corto tiempo, por las costumbres y forma de ser de cada jugador, y los cambios constantes que se puedan dar entre una convocatoria y otra. Pero es tarea del comando técnico formar una estructura sólida y una identidad de grupo, que posteriormente se refleje en la cancha. Los viajes largos contribuyen para ese objetivo.

Al frente tenemos un técnico que es y se comporta como verdadero líder. Markarián es de esos técnicos que se califican como participativo, “es decir no delega su derecho a tomar decisiones finales y señala directrices específicas a sus subalternos pero consulta sus ideas y opiniones sobre muchas decisiones que les incumben. Es un líder eficaz, que escucha y analiza seriamente las ideas de sus subalternos y acepta sus contribuciones siempre que sea posible y práctico”.

Con profesionales como Markarián, con un torneo local que busca crecer en competitividad, donde el DT ha hecho una evaluación permanente a  través de sus microciclos y con jugadores que han adquirido la experiencia y el rigor del fútbol europeo como Pizarro, Guerrero, Vargas, Acasiete, Cruzado, Zambrano o Rengifo, la idea de que esta vez la historia de la selección sea distinta cada vez toma más fuerza.