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Una magia a medias

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El ascenso de la selección que la pone séptima en Sudamérica alegró al entrenador Sergio Markarián pero por ahora es solo una cuestión de ánimo porque la verdadera prueba de fuego serán las eliminatorias.

“Me alegro, es bueno saber que avanzamos, es un buen signo pero aún no se gana nada. La historia verdadera empieza en octubre cuando empieza las eliminatorias, es el gran desafío que tengo personalmente”, aseveró Markarián.

La mejor ubicación que logró en su carrera fue octavo en el 2002 con Paraguay. “Lo cual por cierto era un orgullo. ¿Con Perú? no adelanto nada”.

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