0

He ahí a tu hijo

Únete a nuestro canal de WhatsApp

Para bajar la temperatura, propio del intenso fuego cruzado con sus pares del Juan Aurich, los íntimos se relajaron ayer en Matute con la habitual pichanga de los fines de semana, siendo la novedad la presencia de Gonzalo, hijo del entrenador argentino Gustavo Costas.

Paolo Hurtado, antes de viajar a Chiclayo, se cuadró en el arco al igual que el paraguayo Roberto Ovelar, quien deberá lidiar con el grass sintético y la recia zaga norteña. Pese a que no hubo acceso, se divisó el buen ambiente y las ganas “locas” por sumar tres puntos.

Libero Impreso

EDICIÓN DIGITAL

EDICIÓN DIGITAL

OFERTAS DE HOY