Su vida es para quedarse helado

¡Heeelaaadosss, heeelaaadosss! Y las risotadas no tardaron en desnudar la payasada de Willian Mimbela, que montado sobre un escacharrado carrito amarillo de D’onofrio se puso a vender barquillos a “china” con tal de ganarse alguito. “Tengo que dedicarme a este oficio para sobrevivir, pues”, dijo uno de los tantos azotados por el incumplimiento de los directores de la “U”.

Empero, todo hace indicar que el jugador, cuyo talento fue expuesto a granel en la Copa Libertadores Sub 20, tendría la posibilidad de migrar lo que sabe con la pelota en los pies a dos clubes que se muerden los codos por él: U. San Martín y Juan Aurich, clubes dispuestos a pagar bien por el demoniaco juego del pequeño.

Aunque su empresario, Ricky Schanks, guarda celosamente una carta que amenaza con remecer el mercado. “Tengo algunas propuestas atractivas para mi representado porque la situación en la ‘U’ es insostenible”, dijo el mánager tras indicar que los tres meses de deudas liberan automáticamente al jugador de Universitario.l