Esta vez no la Vitti

Sacó a relucir lo mejor de su repertorio para mover los hilos cremas en un partido que ameritaba observar su talento. Pablo Vitti se puso el overol para trajinar durante todo el juego, tanto en la distribución del balón, así como en la marca para convertirse en el hombre orquesta del mediocampo merengue.

Vitti aprovechó bien la tenencia de la pelota para lanzar sus largos servicios que fueron bien aprovechados por Raúl Ruidíaz y Édison Flores, quienes ganaban la posición a base de velocidad. La gesta de los goles cremas nacieron de los pies del “Narigón” que tuvo una magistral noche, pese a la derrota de los merengues porque nunca perdió la motivación.

El gaucho estuvo enchufado porque había anunciado que se jugaría una final porque enfrentar a un equipo brasileño lo inspiraba, lejos de preocuparle de que se trate de un equipo de renombre.

“Es una pena que no podamos clasificar, porque dejamos todo en el campo. Mis compañeros se comportaron de una manera bárbara y nos vamos con la frente en alto”.