Cuando Porto Alegre arrochó al Rey “Pelé”

En 1957 nadie daba un centavo por el joven Edson Arantes Do Nascimento, quien tenía 15 abriles y recién había llegado al Santos proveniente del Atlético Baurú, un equipo de su pueblo en Minas Gerais. Su madre solía recriminarle: “Si no estudias, terminarás siendo un pelé (don nadie)”, le decía. De ahí quedó con ese sobrenombre.

A mediados de ese mismo año, el presidente del poderoso Porto Alegre pidió al Santos referencias de dos jugadores para contratarlos. Remitieron la carpeta de Pagao, un goleador nato, pero ya entrado en años, y del juvenil Pelé. Luego de unos días, llegó el pedido: “No no nos interesa Pelé, queremos a Pagao”. Al poco tiempo el DT del Santos Lula echó mano a su juvenil para el partido contra Corinthians. Hizo un gol genial al llevarse a medio equipo (Maradona lo repetiría 30 años después).Para el Mundial de México 70 tuvo otro tropezón. El DT Joa Saldanha no lo convocó al Scratch. Decía: “Pelé adolece de una acentuada miopía que le impide localizar la pelota en partidos de noche, además tiene un problema en la cadera que conspira con su desenvolvimiento”.

Ante tamaña necedad, el gobierno brasileño presionó para separar a Saldanha y ser reemplazado por el Lobo Zagalo. Fue convocado y se convirtió en el mejor de aquel Mundial.

Pero no todo fue éxito para el mejor jugador del mundo. Fuera de las canchas tuvo casos sonados como el juicio de reconocimiento a una hija que concibió con una doméstica así como la negativa de devolver 700 mil dólares que había recibido de un banco gaucho para un partido benéfico.