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Miguel Torres se siente contrariado tras su infantil expulsión ante los rimenses. El volante ofreció disculpas al plantel en el camarín y a “Ñol” Solano, quien luego le metió un café cargado por hacerse expulsar en un momento clave del partido.

“El árbitro se apresuró porque no tenía ni tarjeta amarilla y en ningún momento pensé en agredir a nadie”, explicó contrariado el popular “Frodo”, quien “hirió de muerte” al equipo.

Torres, quien llevaba dos partidos consecutivos como titular, tendrá que cumplir una fecha de suspensión y volver a ganarse la confianza del “Maestrito”. Por cierto, la administración temporal de la “U” analiza una multa para el jugador.

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