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La puerta del cielo

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Silvia ZambranoEspinar, Cusco

Mucho se dijo sobre Espinar, la ciudad cusqueña que está a 3,927 metros de altitud. La satanizaron y se dijo que allí no se podía jugar al fútbol, que era inhumano. Pero ayer se vivió una fiesta durante el triunfo de Cienciano ante Alianza Lima. 

Casi 18 mil espectadores abarrotaron el estadio Municipal y disfrutaron a rabiar de un gran partido de fútbol. Y es que la expectativa por ver a los íntimos fue tanta en Espinar que las calles quedaron vacías. Todo estaban en el coloso. 

Inclusive, como ya no cabía ni un alfiler, los hinchas observaron el compromiso desde los cerros aledaños. Total, todo era válido con tal de ganarse con la victoria del “Papá” ante un grande. 

“Pizza” con fuerza

De a poquitos se ha transformado en una pieza clave en Cienciano. Dejó que los estigmas de su apellido lo castiguen y se dedicó a jugar. Diego Pizarro hoy es una realidad.

“Fue un partido complicado. Alianza vino también a proponer y eso generó que salga un buen partido. En lo personal, creo que jugué bien y estuve cerca de marcar. Espero seguir por ese camino”, dijo el hermano del “Bombardero”. 

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