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Los santos óleos

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El estadio Alberto Gallardo se convirtió de pronto en una iglesia de Jueves Santo, donde José Gálvez esperó que San Martín le haga la Unción de Enfermos para que su muerte no sea tan dolorosa, para prepararlo a su inevitable encuentro con la segunda división.

Y fue así que la goleada 3-0 no hizo más que confirmar el quinto descenso chimbotano.

Andy Polo a los 47’, Johnnier Montaño 61’ y Luis Perea 75’ fueron los encargados de derramar el aceite santo en las redes del golero Reyes, quien se resistía a creer el triste desenlace.

En la banca, Julio César Uribe gritaba eufórico cada gol porque dejó atrás al fantasma de la baja; mientras que en el otro lado, el “Negro” Zamora parecía arrepentido de haber renunciado a Huracán para arribar a un puerto abandonado.

La visita perdió los papeles y el goleador Jersson Vásquez salió expulsado por agredir a Córdova. Los galvistas querían pelearse con todo el mundo, hacer justicia con sus manos por errores que ellos cometieron a la largo de esta temporada.

    A falta de dos fechas, Gálvez está a seis puntos de la salvación, pero primero debe esperar otros resultados y ganarles a Juan Aurich en Olmos y luego a Universitario. 

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