Punto final, grone

El final de una temporada de sinsabores no podía ser de otra manera. Con la amargura raspando la garganta y esa felicidad a cuentagotas que dejó la Copa Sudamericana como un premio consuelo. El 1-1 en casa ante Vallejo fue el colofón de una triste historia blanquiazul.

En la despedida del año no hubo verso sutil que componga una poesía capaz de estremecer corazones. No había espacio para la alegría, solo la obligación de terminar dignamente un torneo que se escapó de las manos por el capricho de algunos. Sin más motivación que mostrarse para la retina del flamante técnico Sanguinetti, los grones cumplieron sus últimos 90 minutos de juego rescatando un empate para evitar otra decepción.

Las palmas fueron solo para aquel que puso el pecho ante la adversidad y se dio maña para encender la ilusión en su momento. Francisco Pizarro conquistó el corazón de medio país y dejó en claro que solo los que llevan en el pecho ese sello íntimo merecen irse como héroes.

en manos del “topo”Del partido poco, pero lo justo para que el “Topo” saque conclusiones. Los “poetas” sacaron provecho del desánimo aliancista y se pusieron en ventaja a los 22’ por intermedio de Cedrón, que ya empezó a celebrar en Matute adelantándose al 2014.

La inoperancia ofensiva fue la constante victoriana y fue recién a los 79’ que Cartagena emparejó el marcador para que ambos equipos repartan honores. Sanguinetti ya sabe que tendrá harta “chamba” para cambiarle la cara al equipo.