El dueño de la pelota

Ser carne rozagante para los leones fue tan inhumano como caricaturizarlo hasta por sus mechas doradas, pero él, Cris Robert Martínez Escobar, optó por protegerse con su verdad, esa que solo los hombres defienden incluso a puño apretado.

“Convivir con la necesidad de anotar es autogenerarse ansiedad... y eso me mata”. El veinteañero había fallado un gol más fácil que nombrar al descubridor de América contra Los Caimanes. El miedo escénico le mostraba su lengua a lo Kiss. ¡Hasta el agua se le quemaba!

La críticas cayeron como aguacero de selva virgen, fueron balazados sin chaleco, directos al corazón, hasta que se le apareció su ángel de la guarda. “Yo te traje, yo te blindo”.  Entonces, Ángel David Comizzo zarandeó su dedo medio y fiel a su rebelde estilo decidió escudar al paraguayo.

Martínez saldrá este sábado al campo del Monumental como titular. El FBC Melgar parece el rival propicio para sacarse la sal del cuerpo. Claro, bañarse con ruda no le vendría mal. Total, solo es cuestión de fe. Y eso cuesta menos que aprenderse la tabla del uno.

“Mis goles hablarán por mí, eso lo tengo claro, cuando entre uno...”. ¿Vendrán más? Habrá que esperarlo, pero por si acaso el último número de Condorito ya salió a la venta.

Por el momento, Raúl Ruidíaz será su socio, su consejero, si quieren su salvavidas. La “U” tiene que ganar para ahuyentará  los fantasmas que suelen aparecer cuando no sale ni un avioncito de papel. Dicen que a Diego Guastavino también se le esperó como a la Cenicienta. Ojalá que esta vez el cuento no tenga un triste final.