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Saludo incaico

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Al pie del monumento donde Túpac Amaru y su corcel se elevan al cielo, César Ccahuantico no puede reprimir sus ansias de gritar que es un hombre libre y alza los brazos en señal de triunfo, con el firme deseo de volver a los campos de fútbol.

“Quiero volver a jugar, no me cierren las puertas. Recién tengo 33 años y mucha experiencia, estoy seguro que puedo dar mucho más por el fútbol”, comentó.

El recio volante, que pasó tres años y medio en la cárcel, consideró injusta su condena.

“Mi pecado fue confiar mucho en la gente y trabar amistad con Carlos Gonzales, el ‘Chato Carlos’, quien se presentó como un empresario y no solo era amigo mío sino de muchos jugadores. ¿Dónde está? Por qué no lo capturan si fue el autor material del robo”, precisó.

Se le preguntó si el “Papá” Cienciano le debe dinero o si él debe pagar una reparación civil y respondió: “Me deben unos 35 mil dólares, pero a estas alturas son  incobrables. La reparación civil ya la pagué: fueron cinco mil soles”, nos confesó.

El “Cholo”  sostuvo que hizo amigos en el penal. Yo estaba en el Pabellón 1, segundo nivel. Formé una especie de academia de fútbol y también iba a la carpintería para trabajar”.

“Cuando estaba libre estaba a punto de terminar la carrera de profesor de Educación Física. Ya en el penal estudié Ciencias de la Comunicación”. Es decir, el “Sinchi” quiere ser periodista y cantar su verdad.

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