Caricia en la Mejía

La política deportiva en Alianza tiene que cambiar, y lo decimos con disgusto, porque no puede ser posible que ante la adversidad, se descubran a talentos como Cristian Mejía, una de las figuras del clásico al que a inicios de temporada increíblemente quisieron borrar.

“A principios de este año me dijeron que por edad (22) no podía jugar en Reserva y que mejor me prestaban a otro equipo. En Melgar me dijeron que estaban completos, y en Coopsol pasó lo mismo”, nos contó Mejía.

El año 2013 pasó algo peor. “Casi me botan. Willy López me tenía amenazado. ‘Dime quién me quiso voltear o te regreso a Arequipa’, me decía. Era abusivo, nos tiraba agua si dábamos un mal pase, a mí me obligó a jugar de seis cuando tenía antecedentes de goleador...”.

Ahora, gracias a la confianza que le dio el técnico Gustavo Roverano, mira el futuro con otra perspectiva. “Mi espejo es Jayo, cuando le anotó a Chile pinté su rostro con témpera en el cuarto. Mi madre me castigó. Ahora la extraño, vive en Chile. Papá taxea en Arequipa”.