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    Sterling pasará por prueba para detectar coronavirus tras asistir a fiesta de Usain Bolt

    Raheem Sterling, futbolista del Manchester City, se someterá a prueba de descarte del coronavirus tras asistir a la fiesta de Usain Bolt en Jamaica.

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    Las vacaciones de Raheem Sterling podrían costarle caro. El delantero del Manchester City terminó su participación en la Champions League y pasó a disfrutar de su tiempo libre, pero tomó decisiones que le podrían costar a corto plazo: asistió a la gran fiesta de cumpleaños de Usain Bolt.

    El caso es para tomarse con pinzas, dado que faltó al protocolo de seguridad sanitaria que se ha establecido ante la pandemia del coronavirus. Estar en una reunión con una gran cantidad de personas, quienes podrían estar infectadas, es un acto cuestionado en estos días, pero Sterling decidió asistir de igual forma.

    Un tiempo más tarde, una preocupación para Manchester City y la Selección de Inglaterra ha surgido. El atleta Usain Bolt, protagonista de aquella reunión, dio positivo a la prueba de coronavirus y decidió mantenerse en aislamiento, aunque se pudo confirmar que por el momento no sufre de grandes síntomas.

    Sin embargo, la noticia ha provocado alerta en el resto de invitados a la fiesta de cumpleaños. Y en el caso de Raheem Sterling también, por lo que ha decidido pasar por la prueba de detección de la COVID-19 antes de unirse a los trabajos de pretemporada de su equipo y también de su seleccionado.

    De los resultados y constante supervisión médica dependerá si podrá ser considerado para su vuelta a la actividad deportiva, teniendo en cuenta que el próximo lunes se debería presentar para entrenar con Inglaterra. Si el resultado no es favorable para Raheem Sterling, tendrá que permanecer en aislamiento y se perderá las primeras semanas de actividad.

    Sterling protagonista de blooper en la Champions League

    Sterling no solo ha sido noticia fuera de las canchas, sino también dentro de esta, pero de forma negativa. En la eliminación del Manchester City a manos del Lyon, el delantero falló un gol cantado bajo el arco, que pudo haber cambiado la historia en los cuartos de final del certamen.

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