CRusia la línea

como buen anfitrión, Rusia no faltó a su cita y dispuso de toda su casa -50 mil almas- para una celebración que se prolongará hasta el inicio del Mundial 2018. La armada europea venció 2-0 a Nueva Zelanda en el encuentro inaugural de la décima edición de la Copa Confederaciones.

“¡Queridos amigos! ¡Vamos a ver fútbol! ¡Bienvenidos a Rusia!”, fueron las emotivas palabras del presidente rusoVladimir Putín, que se encargó de abrir el telón en la Copa Confederaciones, el preámbulo perfecto, con miras a la Copa del Mundo 2018.

Putín estuvo acompañado en todo momento por el suizo Gianni Infantino, presidente de la FIFA, en San Petersburgo. Lo demás es historia conocida. Al punto que casi retrocedemos en el tiempo al hacer memoria de aquel gol en contra de Marcelo.

Así como Marcelo inauguró la última Copa del Mundo Brasil con un gol en propia puerta, la Copa Confederaciones tuvo un inicio similar. Y es que, Michael Boxall anotó un autogol y desató la euforia de los más de 50 almas que se dieron cita al Krestovski.

El primer grito de gol se dio a la media hora del cotejo cuando Dmitriy Poloz intentó hacerle un “sombrerito” a Marinovic, portero de Nueva Zelanda, pero el palo le negó la posibilidad. La jugada ya parecía perdida, pero Boxall se encargó de mandarla al fondo.

No conforme con ello, Boxall se convirtió en el primer jugador en anotar un autogol en toda la historia de la Confederaciones.

CAYÓ UN “SMOLOV”

A falta de 20 minutos para el pitazo final, Fyodor Smolov selló la victoria. La principal figura del Krasnodar solo puso la “puntita” tras quedar a tiro de puerta. Con ello, Rusia sacó el vodka tras su primer triunfo en la Copa.•