Nerviosde punta

dicen que Jorge Sampaoli duerme de pie, en un rinconcito de su habitación, pensando en el partido del 5 de octubre ante Perú. Su tan mentada obsesión por conocer hasta lo que comen nuestros seleccionados lo ha llevado a definir ese choque como una verdadera batalla. El “Hombrecito” entiende que un error resultaría fatal para quienes pugnan por alcanzar la gloria.

Por ello, analiza, desmenuza, investiga e identifica a la columna vertebral de un equipo comprometido con la clasificación a un mundial luego de 35 años. Para Sampaoli, la experiencia y la jerarquía de Alberto Rodríguez en la zaga central hacen que Perú se muestre “intratable”, sin los errores del pasado. Hoy defendemos bien, sin resquemores, solo con respuestas técnicas y físicas.

El nivel alcanzado por Édison Flores es otra de las preocupaciones de Sampaoli. Sobre todo porque el jugador del Aalborg de Dinamarca ha madurado en líneas general y hoy posee una cuota de gol que seduce a cualquiera.

De Paolo Guerrero tiene muy poco por acotar porque se trata de un “animal” en el área, el hombre que resuelve a puro corazón y algo más esas pelotas que se desvían por ahí. Es un goleador de raza por excelencia. Claro, Sampaoli espera -como estrategia- cortar los circuitos del mediocampo, no permitir que Flores tenga la pelota y menos que se la pase al “Depredador”. •