Héroes de la patria

“Necesitamos aprender de todas estas experiencias con el propósito de fortalecernos, pero por sobre todas las cosas debemos tener los pies sobre la tierra y representar de la mejor manera al país”. De pronto, Ricardo Gareca hizo una pausa, como tantas veces, como en los momentos más críticos de la selección, con el crédito por los suelos, pero ahí, en esas circunstancias extremas, se ven a los hombres de verdad.

Palacio de Gobierno abrió sus puertas para el desfile de Gareca y sus mundialistas -bueno, los que se quedaron- en medio de una atmósfera de felicidad, con un colchón de hinchas que vitorearon hasta dilatar sus cuerdas vocales. Pedro Pablo Kuczynski y su gabinete esperaron pacientes el ingreso de los ilustres invitados.

“Muchísimas gracias por este homenaje. Para nosotros es muy importante todo esto, se ha conseguido el objetivo después de mucho tiempo. Nos sentimos orgullosos de representar al país y esto nos compromete aún más de cara a lo que se viene”. Gareca debía dejarle un espacio al capitán. Alberto Rodríguez tomó la palabra con sobriedad.

“Agradezco a Dios en primer lugar, luego al presidente por la invitación. Mi gratitud en nombre de mis compañeros y de Paolo Guerrero, que no puede estar, del comando técnico y de toda la gente que nos apoya. Porque todos aportaron para conseguir el objetivo”.

Un tiempo después, la delegación visitó el Congreso de la República. Ahí fueron condecorados y, como suele pasar, muchos padres de la patria se treparon al coche sin pagar pasaje. En fin, la clasificación disculpa todo. •