Alianza Lima: salió campeón con el equipo y años más tarde fue detenido por insólita razón

Son innumerables los extranjeros que han pasado por Alianza Lima a lo largo de sus 121 años de historia. Varios dejaron huella y son recordados por la afición, mientras que otros no estuvieron a la altura y se fueron de Matute por la puerta falsa. En 2003, un foráneo llegó con buen cartel, pero terminó decepcionando al aficionado íntimo.

El uruguayo Nelson Olveira había llegado para el segundo semestre del 2002 y se quedó un año en el club. Para la segunda mitad del 2003, se decidió la contratación de su compatriota Sebastián Morquio, un espigado zaguero que había destacado previamente en Nacional de su país, Huracán de Argentina y llegaba procedente del fútbol ruso.

Sin embargo, nunca pudo consolidarse en el once de Gustavo Costas, además quedó espantado por la huelga de futbolistas que terminó con la cancelación del Descentralizado.

No se le renovó, por ello no estuvo en la definición por el título nacional que se jugó en enero 2004 y que terminó con triunfo victoriano por 2-1 ante Sporting Cristal. Más allá de no haber participado en la definición por el campeonato, se le considera campeón nacional 2003 por haber tenido minutos durante la campaña.

Tras dejar Matute, el 'Depredador' -como se le conocía- jugó en clubes de Chile, Uruguay y Argentina, en este último país puso fin a su carrera del Deportivo Maipú en 2012.

A finales del 2020, Sebastián Morquio vivió un infierno que terminaría afectándolo en su vida laboral. El 'charrúa' se dedicaba a ser intermediario para llevar futbolistas desde Uruguay a Chile y Argentina. Le iba muy bien hasta que un confuso incidente lo llevó a prisión.

Resulta que su perro arañó a la madre del jugador y le causó una herida en el rostro. Entonces, una vecina lo denunció y el exjugador fue llevado a prisión, pese a que él es quien mantiene a su progenitora. Estuvo tras las rejas durante 30 días.

"Fue por arañón de mi perro. Mi madre estaba comiendo en la cama, el perro se le subió y la arañó. Es un semi pitbull, porque es mezcla, y le arañó la cara. Una vecina me hizo una denuncia con mentiras, y como el perro era mío, pagué las consecuencias. Gracias a Dios al perro no lo sacrificaron porque no la mordió en ningún momento, sólo la arañó y terminé quedando preso. Me separaron hasta de mi mamá, encima soy yo el que la mantengo. Ese hecho me perjudicó en el trabajo porque se empezaron a perder las ofertas", contó Morquio en una entrevista para el diario Olé.

Este antecedente lo llevó a perder oportunidades laborales y su situación se volvió tan caótica que terminó pidiendo trabajo a través de Twitter.

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