Ya no queda nada de esa expectativa que se había generado entorno a "La Final del Mundo", denominación que obtuvo los dos partidos de la final de la Copa Libertadores entre Boca Juniors vs River Plate: la violencia - una vez más - ganó al fútbol.
En los pasillo del hotel Madero, lugar donde se aloja el cuadro xeneize, se vivió una intensa madrugada plagada de reuniones. El insomnio había invadido a la directiva azul y oro así como parte del comando técnico. Charlas de idas y vueltas. ¿El motivo? Se especula la intención de no presentarse en el Estadio de River Plate así como elevar un reclamo de puntos ante la Conmebol.
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Trascendió que el club ha elaborado un informe detallado con todas las irregularidades que se vivieron en el Monumental de Núñez, sobre todo en sus inmediaciones. Especialmente, la del ingreso del bus que transportó al plantel y que sufrió una emboscada por parte de los hinchas de River Plate en la esquina de Lidoro Quinteros y Avenida del Libertador.
Boca Juniors se ampararía en el artículo 8 de Conmebol, que establece en su inciso 2 lo siguiente: "Las Asociaciones Miembro y clubes son responsables de la seguridad y del orden tanto en el interior como en las inmedicaciones del estadio, antes, durante y después del partido del cual sean anfitriones u organizadores".
"Esta responsabilidad se extiende a todos los incidentes que de cualquier naturaleza pudieran suceder, encontrándose por ello expuestos a la imposición de las sanciones disciplinarias y cumplimiento de las órdenes e instrucciones que se pudieran adoptarse por los órganos judiciales". ¿Y cuál es la clave? Es el siguiente renglón "expuestos a la imposición de sanciones disciplinarias".
Otro de los motivos del porqué no quieren jugar la final es el posible doping positivo que arrojen sus jugadores. La violencia desatada al bus de Boca Juniors generó que los médicos administren corticoides a los pupilos de Guillermo Barros Schelotto. Las bombas lacrimógenas que había lanzado la policía local para dispersar a los revoltosos terminó por afectar al plantel.
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"Nadie firmó una planilla en la que quedara registrado que nos dieron corticoides. ¿Y si mañana alguno de los futbolistas da positiva?", indicó Fernando Gago. La Conmebol quiere jugar. D'Onofrio quiere jugar. Infantino y Macri también. Y Angelici está obligado. Vamos al muere, pero no nos queda de otra", habría indicado una fuente cercana a La Nación.