Luis Figo, el traidor que no perdona Barcelona
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Nadie sabe qué le pasó por la cabeza al portugués Luis Figo el día que decidió dejar Barcelona para estampar su firma en un millonario contrato que le ofreció Real Madrid, allá por el año 2000. Su arribo al archirrival de los azulgranas es considerado el caso más sonado de transfuguismo en el fútbol.
El portugués, tras diez años en el Sporting de Lisboa, fue contratado en 1995 por el FC Barcelona cuando apenas tenía 22 años. El gran Johan Cruyff lo fichó con la intención de borrar el recuerdo de Michael Laudrup, quien abandonó el equipo para irse al Real Madrid. Con el Barza, Figo ganó innumerables títulos, incluso, se le recuerda en una celebración post-título que dedicó palabras al equipo que a la postre sería su destino: “¡Blancos llorones, felicita a los campeones!”.Sin embargo, por su camino se cruzó un hombre plagado de ambición que le prometió el oro y el moro con solo una firmita: Florentino Pérez, quien quería llegar a la presidencia del Real Madrid a toda costa. Y Figo cayó en sus redes. El hincha del Barza explotó de ira al enterarse de su deslealtad. No lo podía creer.Pero su vuelta al Camp Nou con la camiseta blanca fue en un clásico el 23 de noviembre del 2002. Mientras el cuadro merengue se dirigía al estadio, un grupo de hinchas reventó las lunas del bus donde se encontraba Figo. En el estadio, la afición azulgrana lo insultó y mostró pancartas con frases: “Judas a tu lado era un aficionado”, “Figo=traidor”, “Figo, te fuiste como un rey y vuelves como esclavo”, entre otras cosas.Tanta fue la presión que el portugués jugó uno de sus peores partidos y fue anulado por Puyol. Cuando se acercó a sacar un tiro de esquina, le lanzaron botellas, un cuchillo y una cabeza de cerdo. Así acabó una de sus noches más duras en un terreno de juego.
