En la previa del inicio del Torneo del Poder en Dragon Ball Super, los dioses de todos los universos fueron convocados por el Gran Sacerdote a una reunión de último momento. En esta conversación se comunicaron las reglas oficiales de la competencia, además se pactaron pequeñas peleas de exhibición para entretener a Zeno-sama.
Gokú, que ya conocía al ser supremo, lo saludó de manera informal, algo que no fue del agrado de las deidades presentes. Luego que de el dios de la destrucción del universo 8 levantará la voz, la sola mirada de El gran sacerdote hizo que todos prestaran atención y silencio.
El consejero de Zeno-sama empezó a explicar las reglas de torneo, aunque algunas de ellas fueron modificadas con el pasar del tiempo. Pero uno de los puntos importantes, que dejó petrificados a los asistentes, fue que si el universo perdía a todo sus peleadores este sería eliminado.
Ante eso, el antiguo supremo Kaio-sama preguntó si los dioses también serían destruidos junto a sus universos, puesto que ellos eran dioses. El gran sacerdote dijo que todos correrían con la misma suerte, excepto los ángeles que poseían una categoría distinta. Esto demuestra que Whis al ser el maestro de Bills y estar por encima de los dioses es el más fuerte del Universo 7.
Todos se encontraban asustados pues el gran sacerdote había anunciado las reglas del Torneo de la fuerza, entre las más importantes estaba que los universos que perdían iban a ser aniquilados con sus habitantes, incluido deidades. Sin embargo, los único que iban a sobrevivir iban a ser los ángeles.
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